viernes, 11 de abril de 2008

Camuflage

Una avería la dejó en tierra el tiempo suficiente para ser presa de los gatos dueños del jardín. Sabiéndolo se escabulló entre las plantas para dificultar su propia muerte. Todo estaba saliendo muy bien, hasta que se le ocurrió cotorrear como solo estos bichos saben hacerlo. La alarma que alertó al felino también me permitió sacar la fotografía, y luego luchar con el depredador que quería cumplir con le ley del mas apto. Por suerte el aparato negro que colgaba de mi cuello disparando rayos desmotivó la depredación hasta que el ave se escondió más y más. Esta vez en silencio.

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