Don Lunfardo y el Señor Otario suda en un escenario al ras del techo. Abajo sus adeptos la pasan mejor. Una pausa en la música y las luces comparten el protagonismo con los chicos que hacen posible todo esto. En tiempos donde el disco pierde prestigio como soporte orginal aunado al "aura" del intérprete, el recital es el único contacto directo entre los interesados.
-"Manos arriba" para quien es interpelado por el rock. Su ser ya no le pertenece.
sábado, 5 de enero de 2008
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1 comentario:
como te hacés desear eh? feliz año pictorista, arrancó de lujo.
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